Marta Martín Girón, la autora, introduce elementos adicionales que enriquecen la trama, compartiendo breves leyendas sobre la misteriosa "Dama Blanca" y conectándolas con sucesos que pueden desencadenarse. Este detalle histórico, a veces olvidado por algunos lectores debido al paso del tiempo, cobra nueva relevancia, aportando un matiz intrigante al título de la novela y revelando la psicología sutil pero audaz de cada personaje.
Entre los sospechosos se encuentran Adrien, el novio de 26 años de Elena, y Alba, su amiga, la última persona que supuestamente estuvo con ella. Además, la trama se complica con la presencia de Miguel, el padrastro de Elena, unido sentimentalmente a Nuria, la madre de la víctima. Ambos comparten un nexo en común: la juventud de Elena. Este detalle, que parece insignificante al principio, se convierte en un elemento crucial, revelando motivaciones ocultas y complejidades psicológicas.
La novela se presenta como una experiencia adictiva, fusionando misterio, intriga, psicología y elementos históricos, evitando la indiferencia y capturando la atención del lector. La trama bien escrita y razonada la convierte en una recomendación sólida para aquellos interesados en sumergirse en una historia cautivadora. La anticipación por la próxima entrega, "Alma Púrpura", agrega un elemento emocionante, subrayando la calidad de la obra y el deseo de los lectores de continuar explorando los casos del inspector Yago Reyes.
